Micro-ensayo de Sobre la fotografía de Susan Sontag


En la caverna de Platón.



Llama la atención que en el primer capítulo se encuentren referencias a películas, si bien durante la primera parte Susan se dedica a realizar comentarios de la fotografía, encontrar estos pasajes donde la imagen abandona su esencia “estática” es de un particular interés.
 Por ejemplo, Los carabineros (1963) de Godard, a título personal ejemplifica muy bien el título del presente capítulo, porque los ignorantes campesinos de este filme aceptan la guerra contentísimos, para conseguir todo lo prometido por el Rey. ¡Lo consiguen todo! ¡Son ricos, son dueños del mundo entero! Tienen palacios, obras de arte, monumentos... pero en postales. Me pareció una burla bastante ingeniosa. ''El cine es el fraude más hermoso del mundo'', cuando creemos encontrar la luz en la caverna parece que nos hundimos más en la oscuridad.
 Después menciona el filme Si tuviera cuatro dromedarios (1966) de Chris Marker (que por cierto, me encantaron las fotos de la niña hablando por horas en una jaula con un mapache para ganar su confianza, para después ver al mapache lavándole la ropa sucia). Seguido de eso mencionan ''¿Crees que con confianza se puedan obtener ciudadanos que laven tan bien como los mapaches?''). Cuando Susan escribe: “Las fotografías son en efecto experiencia capturada y la cámara es el arma ideal de la conciencia en su talante codicioso”, supongo que produjo algo de sentido la imagen y la frase. Acerca de la fotografía como experiencia, me incomodó una foto donde sale un niño jugando con su gato... pues su gato ya no estaba jugando. El niño lo traía estrangulado, colgando de un hilo, algo me decía que él no lo había notado. Esta foto la relaciono con lo que dice sobre el uso de la fotografía por la policía francesa en 1871 en la sanguinaria redada de los communards: es útil para controlar poblaciones, pues impacta emocionalmente saber que fue/es algo real. Te mueve algo por dentro, te permite sentir, como coloquialmente se dice, ñáñaras. Si lo vez en una pintura/dibujo, llegas a sentir tristeza imaginando que pudo ser cierto, pero no te inquieta de la misma manera.
 En El hombre de la cámara (1929) de DzigaVertov, me llamó la atención que pusieran como parte de la misma escena música poco alegre, grabaciones de una muerte, un nacimiento y una boda; lo veo como que en estas situaciones algo muere, se avecinan cambios grandes y da inicio una nueva forma de vivir. ¡PERO EL FINAL! -mind-blowing- Deja en claro que la cámara lo ve todo; el fotógrafo pasa por un panorama de sucesos dispares de extremo a extremo.
 Para La ventana indiscreta (1954) de Hitchcock, lograron descifrar el asesinato por la foto del antes y después del jardín del señor Thorwald. La cámara fue instrumento primordial para la pista definitiva.
 O en El fotógrafo del pánico (1960) de Michael Powell, que graba a sus víctimas viendo su propia muerte, viéndose tener miedo. La cámara fue el arma y la pista definitiva a la vez.
Sunsan Sontag apunta que antes hacer foto no era tan sencillo como ahora, que es “tan normal como bailar”, como el caso de Francia, donde hay casi una cámara por casa; en especial en las que hay niños. Y como olvidar, desde la literatura, a George Orwell en 1984, pues el gran hermano lo puede ver todo. Me causó mucha gracia que mencionara que hoy en día es casi casi un acto de rebeldía no salir en fotos familiares o de graduación. Evitar ser mirado, o tal vez evitar las experiencias. Creo que la fotografía incita a que el espectador quiera estar en la imagen original, no en la imagen de la imagen, sino haber tenido la oportunidad de participar en la escena, conocer el contexto, ver qué más hay, hacer algo. Un poco nostálgico, supongo.

Cuando habla de los fotógrafos en las guerras suena un tanto poético y conmovedor, como si la fotografía intentara que los asesinados sobrevivan en la historia. Menciona al fotógrafo Marc Riboud como uno de los que buscan mostrar que ''el enemigo'' también tiene un rostro humano. Tuve que buscarlo y me encontré la foto más linda que jamás haya visto, de una mujer poniendo una flor en la boca de una escopeta sostenida por un soldado. 
 Cuando comenta de las fotografías de Bergen-Belsen y Dachau, aclara que dividió su vida en dos partes: antes de ver esas fotografías y después, por el horror que le causaron. Las busqué, me parece que son horribles; aunque recuerdo que en estos años pasan ese tipo de situaciones en muchos espacios y entonces la sorpresa y el impacto desaparecen, porque creo que es algo ''conocido''. Creo que las muertes brutales son normales en estas épocas, algo de lo que se sabe todos los días, sabemos de qué va -¡Vaya! sabemos que existe-.
 Si no es así, tuve una infancia bastante cruda, con fotografías e imágenes crudas.
 Si como dice Susan que fotografiar es apropiarse de lo retratado, significa establecer con el mundo una relación que parece conocimiento y por lo tanto poder, habría que preguntarnos por el poder de una imagen, por el poder de las experiencias capturadas en ellas. Para concluir, creo que también nos comenta un punto principal para que hablemos del poder en la imagen: la industrialización. Dice que en un principio la fotografía era un acto de ocio y no tenía claro su función en la vida del hombre y sólo con la industrialización la fotografía alcanzó la plenitud del arte.
 En el mundo actual, pensar en la industrialización y la fotografía exige pensar en el desarrollo de la tecnología, que como también menciona Susan, ahora permite que sea más sencillo capturar la imagen de las vacaciones, el día de la celebración familiar, es posible que todos guarden algunas de sus experiencias.

Estados Unidos visto por fotografías, oscuramente.


No he leído el libro Hojas de hierba (1855) de Walt Whitman, pero por lo que investigué y lo señalado en el capítulo, se trata de un poema hermoso que quiere declarar que todo es hermoso y todo es relevante -¿o nada es hermoso y nada es relevante?-. Creo que puede ser así, pero no en todas las circunstancias. De ser así no existiría la estética, ¿para qué? Pienso que no se trata de qué es hermoso y qué no lo es, sino de cuándo es hermoso y cuándo no. Esto puede alterarse por el significado de la imagen.

''La Familia Humana'' exposición a la que me hubiera gustado asistir. Demuestra que la belleza es distinta para cada quien en momentos diferentes. Aunque dicen que todos los fotografiados eran de aspecto ''bello'', no a todo el mundo le parece bello algún tipo de raza, o gente de cierta edad.

Entonces llega Arbus con su exposición de gente ''fea'' y grotesca con ropa de iguales adjetivos; demostrando aún mejor mi punto. Pues ella no invita a que el espectador se identifique, sino a que conozca y acepte que todos somos diferentes, la humanidad no es «una».

Ambas exposiciones, tan distintas, sirven en conjunto para exponer una compresión de la realidad.


Objetos melancólicos.


Sinceramente entendía la foto como surrealismo solamente porque es una imagen que muestra el pasado, o sea, un momento que ya no es real. También porque sólo muestra una realidad del fotógrafo. Pero vi los estudios de exposición múltiple de Bragaglia; y ¡Boom! Otra cosa, Las fotografías en movimiento, tres fotos tomadas en una misma; surrealismo en toda su expresión.

Los fotógrafos influenciados por el surrealismo opinan que es vanidad tratar de comprender el mundo (como fotos de clases sociales bajas, pasándola súper bien y de clase alta con una vida aburrida). En ese caso, el surrealismo es la aceptación del mundo moderno, de la idea del hombre y la razón, de la paz universal según Kant. Olvidando la moral y la búsqueda del cambio de consciencias, entonces queda el bello registro del camino hacia la entropía.

Comenta algo que me recuerda al capítulo anterior, que nada es más surreal que un objeto que virtualmente se produce a sí mismo con un esfuerzo mínimo. Como si por accidente, simplemente por no posar para la foto uno fuera una imagen irreal. -Arbus no estaba a favor de tomar fotos por accidente, o sin avisar, ella creía que si todo el tiempo mostramos nuestro ser, aunque posemos, seguimos siendo.-


El heroísmo de la visión.

En este capítulo me preocupó que Susan mencionara que alguien le hace foto a algo feo porque se le hace bello, pues me encantan las fotos oscuras; no por la luz, sino por el tema oscuro, fantasmagórico. No estoy segura de que sea algo bello, creo que hay gente a la que le inspiran las cosas feas, no sé si piensen que pueden hacer algo lindo en comparación a eso. Yo, por ejemplo, cuando me siento triste, escucho música triste para sentirme mejor, animarme.

Habla también de que una pintura fraudulenta falsifica la historia del arte y una fotografía fraudulenta, retocada, falsifica la realidad, la historia del hombre.

¡Eso me ha dejado con la boca abierta!

Me recordó a John Berger cuando pone un ejemplo de una pintura con tres personas viendo la comida en la mesa, pero pone de fondo música distinta; da a entender situaciones diferentes, formas distintas de apreciar el plato, cada uno inspira emociones distintas, seguramente el sabor también sería distinto.

Lo mismo para las fotos.
Las documentales, por ejemplo, no tienen mucho sentido si no lees la historia que está narrando, pienso que puedes leer algo falso (como en las noticias: a veces cortan partes de oraciones en las entrevistas a personas y las ponen en contextos completamente distintos al original/real).

Susan cita una foto que me parece un ejemplo perfecto para lo anterior, Hoja de repollo de Weston, realizada en 1931; ¡Dios mío! ¿En qué universo paralelo hubiera creído a simple vista que eso no era algo bajo unas sábanas? ¿Por qué una hoja de repollo tenía que ser retratada? ¿Qué tan bonito o artístico puede ser plasmar una hoja de repollo?
¡Claro que he caído en eso con las fotos de Burger King!
¡ARTISTAS!
''¡¡¡HÉROES!!!''

Adoro las imágenes en los mostradores, no me importa mucho el precio y el sabor, sólo me importa ver si lo que me voy a comer se parece un poco a la imagen que me sedujo, con esa abultada carne, en el punto perfecto del asado, con las verduras frescas y jugosas.
Con el tema de Quinta avenida, invierno de Alfred Stieglitz, opino que es de artista haberse quedado horas hasta que la imagen pudiera revelar realmente como se siente estar ahí, que diera esa sensación de frío, de soledad. Como diría Susan: todo un heroísmo; porque obtener la mejor imagen, la mejor fotografía, aquella donde el que la vea pueda sentir algo, sea un poco de hambre, un poco de nostalgia, algo así como miedo o emoción, es de héroes.
Entendí que lo abstracto tiene mucho que ver con la foto, es algo que tiene elementos reales pero que en la realidad no es como se ve. Se buscan ángulos, técnicas, formas para que la gente sienta lo que se ve, lo que se siente de una forma distinta; como la percibió el fotógrafo. 

Estoy de acuerdo con lo que opina sobre la decepción que hubiera tenido Weston, pues sí todos amamos tomar fotos en estos días es porque amamos la vida que llevamos y queremos mostrarla, pero no tenemos esa visión fotográfica: como arte. 

Como ejemplos de lo anterior está Instagram, Facebook, Tumblr, Snapchat, Pinterest, donde Starbucks y los desayunos gourmet son la cosa más gustada de la comunidad que califica las experiencias, lo bien que lucen las lechugas, las carnes, los repollos, los postres, etcétera. 

De pronto lo que parece menos importante parece ser lo más lindo en la fotografía, como los héroes, que de pronto llegan a realizar grandes hazañas en donde nadie apuesta por ellos.


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